Firmeza, Utilidad y Belleza. Es la inscripción que lleva la medalla del premio PRITZKER, el lema de Vitruvio, considerado uno de los «padres» de la arquitectura. Es el Nobel de los Arquitectos, el «top ten». El pasado lunes fue concedida a Wang Shu, por una obra artesanal, respetuosa con el medio ambiente y de gran profundidad filosófica en la que conviven de forma armoniosa tradición y modernidad.
Al único español que se ha concedido es a Rafael Moneo !Da que pensar!. No será que los arquitectos españoles parecen más galácticos que propios arquitectos, no será que han olvidado la relación entre contenedor y contenido, me dan a entender que la construcción tiene que ser cuanto más grande y fashion ¡mejor! y se desecha el contenido. Este fin de semana estuve en una exposición de arquitectura, donde me daba la sensación de «soy arquitecto y son guay». ¿Donde está el Arquitecto? Ese artesano que quiero admirar.
Os recuerdo que la arquitectura es visual, por lo que nos afecta a todos y durante muchos muchos años, creo y tengo derecho a indignarme cuando la soberbia del arquitecto se realza a base de grandes edificios simplemente para verse reflejado en los medios de comunicación y poder seguir mirando por encima del hombro al resto de seres mortales.
Evidentemente no puedo remeter contra la la arquitectura privada, pero hemos olvidado que las construcciones públicas, son financiado por nuestro bolsillo, mis euros y tus euros, tema que en la mayoría de países europeos la gente exige saber todos los detalles de cada construcción para poder decidir si realmente se va a invertir bien su dinero. Pá repensar….
By Pau.
Pensarsimata 