Lorem Ipsum…

«Lorem ipsum dolor sit amet consectetuer» . Aunque la frase no tiene sentido, tiene una larga historia. Durante varios siglos, los tipógrafos han utilizado esta frase para mostrar las características más distintivas de sus fuentes. Se utiliza porque las letras que contiene y el espaciado entre caracteres de esas combinaciones revelan de la mejor forma posible el espesor, el diseño y otras características importantes del tipo de letra. Es lo que algunos llaman «texto ciego»

Se asocia a una versión latina revuelta de un pasaje de de Finibus Bonorum et Malorum, un tratado sobre la teoría de la ética escrito por Cicerón en el año 45 A.C. El pasaje «Lorem ipsum…».

Este texto se emplea desde hace 500 años. Parece que su versión estándar comenzaba:

«Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua. Ut enim ad minim veniam, quis nostrud exercitation ullamco laboris nisi ut aliquip ex ea commodo consequat. Duis aute irure dolor in reprehenderit in voluptate velit esse cillum dolore eu fugiat nulla pariatur. Excepteur sint occaecat cupidatat non proident, sunt in culpa qui officia deserunt mollit anim id est laborum.»

Así, el fragmento de Lipsum que se lee arriba tiene como fuente al texto original que sigue, y toma de él las partes que resalto con negrita:

«Neque porro quisquam est, qui dolorem ipsum quia dolor sit amet, consectetur,adipisci velit, sed quia non numquam eius modtemporincidunt ut labore et dolore magnaaliquam quaerat voluptatem. Ut enim ad minimveniam, quis nostruexercitationem ullam corporis suscipit laboriosam, nisi ut aliquiex ea commodconsequatur? Quis autem vel eum iure reprehenderit qui in eavoluptate velit esse quam nihil molestiae consequatur, vel illum qui doloremeufugiat quo voluptas nulla pariatur? At vero eos et accusamus et iusto odio dignissimos ducimus qui blanditiis praesentium voluptatum deleniti atque corrupti quos dolores et quas molestias exceptursint occaecatcupiditatnon provident, similique sunt in culpa qui officia deserunt mollitia animi, id est laborum et dolorum fuga.»

La traducción del pasaje sería más o menos esta:

«Ni tampoco hay nadie que ame, persiga y quiera alcanzar el dolor mismo porque sea dolor, sino porque a veces se dan las circunstancias de tal manera, que con esfuerzo y dolor puede obtener algún gran placer. En efecto, para ir a cosas insignificantes, ¿quién de nosotros asume algún ejercicio físico trabajoso si no es para conseguir alguna ventaja de él? Por otra parte, ¿quién censuraría con razón a aquel que quiere estar en un placer al que no siga ninguna molestia, o a aquel que huye del dolor con el que no se produce ningún placer? Pero sin duda acusamos y juzgamos como los más dignos de un justo 

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