Pongo unos ejemplos de la teoría que se han realizado con un grupo de personas.
Tenemos una puja por un billete de 20 €, con la condición que la persona que realice la segunda última puja deberá también de pagarla. Empezaron con 1€, 2€….15€….19,50€…20€…23€….hasta 28€ se pagó por un billete de 20€.
En un juego de billar, para aquellos que no son expertos del juego pero sí un tanto conocedores de las bases geométricas y espaciales, ejecutan un tiro al parecer difícil “como si” de verdad conceptualizaran el tiro cual profesional.
Esa es la base de la teoría del “como si”. Al hablar de la realidad financiera personal, la gente plantea su semblante como si efectivamente estuviera efectuando el análisis correspondiente, la racionalidad de la gente se basa, no en el conocimiento de la situación económica, sino en el “como si la conocieran y dominaran”.
La racionalidad, en efecto, está conformada por la expectativa de que los precios tenderán a subir, y por ello hemos de comprar con la firme intención de obtener una ganancia derivada de una plusvalía o simplemente tomamos decisiones con el afán de obtener un beneficio.
Todas las teorías financieras precisan de la racionalidad para un correcto funcionamiento, se supone que un rasgo indiscutible en los hombres es su racionalidad. Al grupo de personas se les ofreció 100€ hoy en el instante de la pregunta, o mañana 102€…todo el mundo dijo que quería los 100€.
Cuando el ser humano es víctima del pánico generado por el comportamiento de los precios y de las masas, es cuando la racionalidad deja de ser el elemento fundamental de la toma de decisiones para convertirse en el pretexto de las sensaciones, actuando de forma irracional e irresponsable.