Cuando los tiempos cambian, nuestra forma de ser, emociones, sentir, dan un vuelco. Momentos extraños con muchos muros que saltar, intentando adaptarnos como los camaleones, sin embargo, no debemos olvidarnos del «Yo» que se ha forjado durante años, más altivo o menos, dependerá de cada cual. Pero el creer y poder no están reñidos cuando confiamos en nuestras capacidades, en nuestro esfuerzo, en nosotros mismos. (By Pau)
Aprendí a quererme
en un viejo café
mientras tragaba a sorbos
mi dignidad recién batida.
Había pedido el camarero
mezclar mis esperanzas rotas,
con el zumo de una naranja amarga
y el tallo de un apio desabrido.
Una cucharada de aterrizar
la realidad, era fundamental,
para que el batido tuviera un punto
de verdad.
Después me supo amargo,
pero dulce.
.
(Cómo me quiero – fragmento-. Angela Becerra. Vía Brigadoon)