Spanish shame

Los españoles la sentimos continuamente. Sin embargo, ayer me contó una amiga que en muchos países no tienen un término para nombrarla y que, de hecho, los angloparlantes la llaman, “la vergüenza española”, spanish shame. Es nuestra vergüenza ajena, esa sensación de incomodidad que sentimos cuando alguien hace el ridículo públicamente.

¿Será que los demás países no la sienten? No lo creo. A todo el mundo le parece embarazoso que su cuñado se suba borracho a una mesa en las bodas con la corbata anudada a la cabeza. Pero no sienten el ridículo como propio. Allá cada uno con sus actos. Nosotros, por el contrario, nos sentimos responsables de los actos irresponsables de otros. Siglos de machacón sentimiento de culpa judeocristiano han hecho su mella hasta ese punto. Pero existe otra razón: hay tanta falta de vergüenza en este país que alguien tiene que sentirla por los que no la tienen. Nos avergonzamos de la falta de vergüenza de otros. Y desgraciadamente, hay muchos que no se avergüenzan de lo suyo. Queridos políticos, jueces y mangantes,  gracias a sus actos y verborrea creo que  España cada vez es más de pandereta…¡S-PA-NISH  SHA-ME!.