Hace tiempo que Dios renunció a ser Dios.

Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido ni
asiste a sus mítines
ni se sienta a la mesa con los gánsters
ni con los Generales en el Consejo de Guerra
Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano
ni delata a su compañero de colegio
Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios comerciales
ni escucha sus radios
ni cree en sus slogans

Será como un árbol plantado junto a una fuente.

(Poema de Ernesto Cardenal. Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2012)