Es el arte que tienen ciertas personas para asustar a los demás. Hablo de los que nos ponen los pelos de punta sin motivos. Los Acojonadores.
Les hemos visto actuar tanto en la esfera pública como en la privada. Los políticos, los empresarios…etc trafiancantes de miedo y sus métodos son plasmados en libros como El miedo en Occidente de Jean Delumeau. Estos individuos atacan las mentes sin un solo as bajo la manga, utilizando únicamente su dominio de la Acojonología.
«Cuando se debe la vida a la huida, solo nos queda la mitad de nosotros» por fin, podemos resumir el método que utilizan en siete pasos. Allá van:
1) Elijen un tema visceral. Usan nuestro miedo a la muerte o la locura, nuestro miedo a la pobreza o a la soledad… Siempre van directos al corazón.
2) Utilizan fuentes difusas pero creíbles para apoyarse. Nos dicen que alguien o algo nos amenaza y citan continuamente a la masa (“Todo el mundo dice que…“) o a expertos que no conocemos para apoyar sus argumentos.
3) Usan los datos que les convienen para intimidarnos. No suelen mentirnos, pero no nos cuentan nunca toda la verdad. Solo responden a las preguntas que quieren plantearse y nos convencen de que ésas son las únicas importantes.
4) Buscan palabras o imágenes impactantes. Les gusta recurrir a lenguaje que no entendemos y a escenas que se quedan grabadas en nuestra retina aunque nunca hayan ocurrido. Y así, si no nos dan miedo con lo que ocurre, nos asustan con lo que sucederá.
5) Favorecen nuestro sentido de rebaño. Nos convencen de que “nosotros” -nos indican quiénes somos los buenos- estamos siendo amenazados por “ellos” -señalan con el dedo a los malos.
6) Nos crean indefensión. Para eso solo tienen que introducir en nuestras mentes la certeza de que no podemos hacer nada contra lo que se nos viene encima.
7) Se proponen como salvadores. Nos explican por qué ellos nos pueden salvar de los terrores que ellos han inventado. De esta manera, nos quitan las riendas de nuestra vida y nos entregan, a cambio, una adormecedora sensación de seguridad.
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